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Los Sentimientos

Por qué un día me levanto y los claros horizontes desaparecen detrás de negras nubes, los proyectos que eran fáciles son imposibles, los compañeros de viaje, amables y estimados, aparecen desfigurados como si saliesen de una pintura negra de Goya.

El aire pesado, la comida difícil de engullir, el agua sin sabor y los sentimientos revueltos como un áspero ovillo de lana y con infinidad de puntas...

¿Qué pasa?

No se puede escapar, si corres todo crece, es muy difícil estar siempre por delante de las circunstancias...

Me dejo atrapar, me sumerjo en el mundo tenebroso, lo siento, lo vivo y analizo, lo disfruto sabiendo que amanecerá despejado pronto.

¡Qué todo saldrá sólo otra vez, que me sentiré parte de un grupo unido con más fuerza que el átomo más estable!

¡Qué la vida volverá a inundar mi cuerpo!

¿Y los sentimientos?

Los sentimientos seguirán enredados como un ovillo de lana, pero multicolor, sedoso, perfumado. Ideal para reposar la cabeza y disfrutar perdiéndose en el ovillo en sí.

Dualidad

Todo está oscuro, todo es nada. La obscuridad es fría, tenebrosa, solitaria y melancólica. Te llamo y vienes.

¿Cómo tienes tanto poder sobre mí? ¿Quién eres para que te necesite más que a mi madre?

Como siempre tu presencia se siente sin estar, tu luz se ve sin mirarte, y tu calor arrulla sin tocarte. ¡Qué bonito sentir esa luz caliente! ¡Qué alegría cuándo te veo reflejado en las estrellas, en la luna, en las nubes, en el pelo de mi niña…! ¡Qué alegría cuando te veo asomar por el horizonte!

Eres inmensidad, eres vida, eres todo frente a nada, tan fuerte que no puedo mirarte a la cara…

¡Oh sol que pareces Dios, oh Dios que pareces sol! ¿Cómo agradeceros lo que me habéis dado?

Selene

Ella, pequeña, cercana, serena, suave, luminosa y resplandeciente casi transparente. Se pasea con solo parte de su plenitud iluminada sabiendo de su belleza y atracción. Hipnotiza como la más embriagadora hechicera.

Él, grande, lejano, etéreo y agitado, fuerte y brillante casi explosivo. Se pasea deambulando, como perdido, pero en su máxima expresión, fuego y fuerza. Estremece a los que se acercan aun siendo él inconsciente de ello.

Se encuentran, se reconocen y observan. Al estar ella algo más elevada tiene que inclinarse para poder cruzar las miradas. Se miran, hablan, se conectan y sienten. Un instante eterno para los dos, una nueva alineación interplanetaria. Ella admirada por esa emanación de poder y grandeza, él admirado por su belleza y finura. Se congela el tiempo, es la nueva pareja la que domina el espacio, no hay nada más que ellos dos navegando por el universo.

Selene y Júpiter se vuelven a conocer y querer hasta el próximo encuentro…