El
pan
Crujiente
olor de mañana.
Sabroso
despertar del día.
Trabajo
de la madrugada
estando
el alba entre crecida.
El
trigo del sol de Castilla,
fresca
levadura cazada,
luz
brillante de la salina,
con la
lluvia de montaña.
Bendito
invento humano.
Puro
y cálido alimento
en
iglesias venerado.
Siendo
barato sustento
muchas
veces despreciado,
simple
pero siempre amado.
Un humilde alimento que merece sin duda el honor de tu poema.
ResponderEliminar(Y en las cenas no te lo dejábamos probar..., ay pobre!!)
Huelo a pan con sólo leerlo
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