miércoles, 30 de abril de 2014

Otra que se anima


7Y

 

Ya no llegan a mi ventana,
Antes se volvían locas
Ya no llegan, ya no llegan,
Ayer las escuche lejanas
Volaban lanzando huevos maduros
La gente aplaudía al verlas
Con sus manos llenas de sangre

Aquel camino acabó en tu puerta
Pero la noche llamaba al alba
Demasiado tarde alma cercana,
La violencia de un segundo
Golpea ola perfecta
Fue cuanto vivimos por dentro
Nadie supo la historia en silencio
Sólo árboles, hojas, frío viento

Escucha el sonido del tiempo buscando
Cada mañana envuelto en tu halo
Cada esperanza se trunca, imposible,
Reitero, es la fría humedad en mis huesos,
Escalofrío incesante, yo estaba triste,
Recuerdo tu boca cerrada y el miedo.

Bésame la cara sonaba la canción,
Amanecía como un lamento cercano,
La mañana escarcha de otoño
El sol radiante despacio
Altavoces, megáfonos y aquel surtidor,
El olor a café amargo y tu voz
Nota final de la memoria vivida

El Niño se arrojó del balcón
Nadie supo porque
Maldecía las risas estúpidas
Atormentaban su tierna cabeza
Como moscas negras de muerte.
Un gato partió mis pulmones
Negra su mirada muy verde
Buscaba el aire sereno
En mitad de la noche de hielo.

Temblor de las manos limpias,
Temblor del niño enfermo,
Con cada paso una pandereta
Con cada tacón mil agujas certeras,
La arena perlada en Galicia
Como un hermoso trofeo
El jugo se escurre en las manos
Como la vida del niño muerto.

Tu vida sigue avanzando tenaz
No es el paso al cementerio,
Aquel perro del judío
Murió de un ataque de celos,
Celos de no ser tu noche,
Celos de no ser tu día,
Esta prisión de cadenas y fuego,
Enganchado al altar virginal
Cada día me quemo por dentro.
 
© Lola Puertos

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